El veganismo en nuestros países

Salud, cuidado del medio ambiente y un bolsillo Feliz

En los últimos años, cada vez más personas en todo el mundo se interesan por el veganismo, y Latinoamérica no es la excepción. Pero cuando se habla de cambiar nuestra alimentación hacia una dieta vegana, muchas veces escuchamos la frase: «Eso es para ricos». Entonces, ¿es realmente tan costoso ser vegano en nuestros países? La respuesta corta es: no tiene por qué serlo. De hecho, podría incluso ser más barato. Veamos cómo se puede empezar este camino de una manera amigable con el bolsillo, la salud y el planeta.

Desmitificando el «Ser Vegano es caro»

Uno de los mayores mitos sobre el veganismo es que es caro y complicado, especialmente en un contexto donde los precios de alimentos procesados y suplementos parecen desalentadores. Pero el veganismo no es, ni debería ser, una dieta basada en productos «de moda». Una dieta vegana accesible y saludable se puede basar en alimentos que siempre han sido parte de la tradición latinoamericana: frijoles, lentejas, garbanzos, maíz, yuca, plátanos, arroz, papa y una gran variedad de frutas y verduras que encontramos en los mercados locales.

Pensémoslo así: ¿sabías que alimentos como las legumbres son las principales fuentes de proteína en una dieta vegana? Y no solo eso, sino que son también muy económicas. Un kilo de lentejas, por ejemplo, suele ser más barato que un kilo de carne, y tiene el beneficio adicional de no afectar nuestra salud ni el medio ambiente. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca la importancia de las legumbres por sus beneficios nutritivos y su bajo impacto ambiental.

Alimentos locales: tu mejor aliado

Uno de los mayores errores que cometemos al pensar en veganismo es creer que necesitamos productos importados o costosos. Los alimentos locales y de temporada no solo son más baratos, sino que también suelen ser más nutritivos y frescos. En países como México, las tortillas de maíz, los nopales, los aguacates, las calabazas y el frijol han sido siempre alimentos básicos y accesibles. En otras regiones, como el Cono Sur, las papas, el maíz y las verduras frescas como la acelga, espinaca y zapallo también están a la mano.

Consumir productos frescos y a granel no solo reducirá tu gasto, sino que también minimizará el impacto ambiental, evitando el uso excesivo de plásticos y la contaminación del transporte de alimentos importados. Siempre que sea posible, acude al mercado local y evita los productos empaquetados y procesados. Recuerda que una dieta vegana puede ser tan simple como incluir arroces, frijoles, verduras y frutas.

Algunos tips prácticos para veganizar tu dieta sin gastar de más

  1. Legumbres y cereales son la base: Arroz, frijoles, lentejas, avena y garbanzos son fuentes de nutrientes esenciales y son muy económicos.
  2. Compra a granel: Aprovecha los mercados para comprar alimentos como frutos secos, arroz y semillas. Esto suele ser más barato y reduce el uso de plásticos.
  3. Cocina en casa: Cocinar en casa es más saludable y mucho más barato. Las comidas procesadas veganas, como hamburguesas listas para consumir, pueden ser atractivas pero suelen ser caras.
  4. Varía y experimenta: Aprovecha los ingredientes que tienes a mano. Las especias pueden hacer que un plato sencillo como arroz con lentejas se convierta en una experiencia deliciosa. ¡Los condimentos y las hierbas frescas marcan la diferencia!
  5. Aprovecha los vegetales de temporada: Esto asegura mejor precio y frescura. Además, es un buen momento para apoyar la economía local y reducir el impacto ambiental.

Beneficios para la salud y el planeta

Además de cuidar el bolsillo, el veganismo bien planificado tiene amplios beneficios para la salud. Varios estudios, como los publicados por la Academia de Nutrición y Dietética de EE. UU., señalan que una dieta vegana puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Por otro lado, reducir el consumo de productos animales disminuye nuestra huella de carbono, contribuyendo así a combatir el cambio climático, lo cual es crucial para la sostenibilidad del planeta

Entonces, adoptar el veganismo en Latinoamérica no tiene por qué ser caro ni complicado. Si basamos nuestra alimentación en los productos locales y tradicionales, descubriremos que podemos comer de manera saludable, equilibrada y deliciosa sin romper el presupuesto. La clave está en simplificar, aprovechar lo local y hacerlo paso a paso, ajustando la dieta de acuerdo a nuestra realidad económica y disponibilidad de alimentos. El veganismo no es solo una dieta, es una forma de vida consciente, que busca el bienestar del cuerpo y del planeta.

¡Ánimo, que una vida vegana accesible es posible!